- 12/03/2017
- Posted by: Escudería Lalín-Deza
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En la Escudería Lalín Deza se muestran esperanzados de entrar en el Nacional
Tocaba hacer balance mientras se cerraban detalles para retirar todo el operativo necesario para disputar viernes y sábado el XXIII Rali do Cocido. Con voz cansada pero vibrante en ocasiones por la emoción, el presidente de la Escudería Lalín Deza, Antonio Rodríguez Troitiño, calificó esta edición de «buenísima, estoy muy satisfecho del trabajo realizado; creo que salió mejor de lo esperado y dimos un salto de calidad muy importante en esa aspiración de ser prueba CERA y tenemos ilusión y esperanza de conseguirlo». Pusieron toda la carne en el asador al ser preinspección para el Nacional y las expectativas se superaron, según Rodríguez Troitiño.
Pero para ese objetivo se abren meses de espera, hasta el final del Campeonato de España de Ralis de Asfalto. Hasta finales de año no se conocerá si encuentran hueco en el calendario del 2018. Para ello pesará el informe a elaborar por el observador de la Real Federación Española de Automovilismo, José Vicente Medina, que estuvo en los preparativos del rali y también durante la prueba. El presidente de la escudería dezano resaltó las buenas sensaciones transmitidas por el representante federativa: «Yo solo le pregunté si le habíamos sorprendido o no y me contestó que habíamos hecho un trabajo espectacular y con rigor; creo que cogieron la prueba con cariño al ser un equipo de gente joven, porque va siendo hora de que desaparezcan las vacas sagradas». Además, dijo Troitiño, «el acto de entrega de premios le gustó mucho y habló de noche mágica del automovilismo en su Facebook». Una gala que congregó cerca de un millar de personas, apuntó, cuando «estuvo en 50.000 mil ralis y siempre hay cuatro gatos».
La organización además se tuvo que enfrentar a imponderables como la meteorología, con lluvia y nieve en el montaje de todo el operativo en los tramos. Un tiempo desapacible que mermó asistencia de público ya en el tramo espectáculo del viernes, cifrando Rodríguez Troitiño la afluencia en unas 2.500 personas, en su mayoría de Lalín y comarca, «porque entraron casi todos por la zona del colegio y la gente que viene de fuera lo hace por las otras dos».
Ya el sábado comenzó con menos espectadores que en otras ediciones por la previsión de lluvia pero «se fue animando al ver que el tiempo no estaba tan mal y por la tarde había mucha gente, aunque resulta más difícil constatarlo porque en esta edición había muchos más kilómetros de tramos y sitios donde seguir la carrera». El máximo responsable de la escudería dezana resaltó la buena actitud del público, con casos muy aislados donde hubo que pedir a los aficionados que se situasen en los lugares correctos para evitar riesgos.
La seguridad era pieza clave en esa aspiración de optar al Nacional y se cuidaron al máximo todos los detalles. Cien comisarios por tramos, coches R,… para un total de quinientas personas en la organización del Rali do Cocido. Una edición muy larga, con 172 kilómetros cronometrados, que obligó a redoblar esfuerzos a la caravana de seguridad.
Rodríguez Troitiño coincidió con los pilotos, por ejemplo el reputado Luis Climent que estuvo a bordo del coche 0, en la elección del recinto ferial de Semana Verde para el parque de asistencia. «Dijo Climent que no había visto nada igual en ningún sitio y atrajo además al público al estar a cubierto cuando fuera hacía mal tiempo; pero se puede mejorar con alguna actividad lúdica porque es un sitio ideal para ese parque», afirmó el presidente.
Pilotos satisfechos pese a la dureza de la prueba, que atrajo a espías de otras escuderías
Los pilotos participantes en el Cocido mostraron en líneas general su satisfacción por la prueba pese a su dureza. «Quedaron encantados y calificaron de preciosos, alguno dijo que había terminado con los brazos doloridos», explicó Rodríguez Troitiño. Consideró una decisión acertada la ampliación de kilometraje que hizo desistir a participantes con peores mecánicas de inscribirse, «lo que posibilitó organizarlo con más tranquilidad, porque aunque todos tienen derecho a participar, quitan categoría al rali», argumentó.
Entre los detalles menos positivos solo aludió al tramo donde colaboraron integrantes de la Escudería de Noia, con alguna deficiencia de señalización, lo que hará replantearse su presencia para el 2018. Además no hubo incidencias destacadas, salvo las dos neutralizaciones y en especial la de la mañana del sábado para evacuar al hospital al piloto Adrián Torreiro, tras su accidente pero más por prudencia ya que fue dado de alta enseguida.
La presencia el viernes de la secretaria xeral para o Deporte, Marta Míguez, junto a otras autoridades durante el rali, también encontró buenos ojos por parte del representante federativo. Y es que el apoyo institucional junto con la solvencia económica serán claves para entrar en el Nacional. Y porqué no soñar también en aprovechar el impacto de Semana Verde para alguna competición distinta en el futuro.
Fuente: La Voz de Galicia